Dios es perfecto. Su palabra es nuestra guía para saber que hacer, el Señor no sólo nos motiva a vivir una vida nueva en Cristo sino que también nos da consejos para tener una vida de obediencia a Él.
Hay que tener muy claro que Dios no nos prohibe cosas para que seamos personas amargadas, no. El Señor nos aconseja que no hagamos ciertas cosas para cuidarnos y librarnos del mal, es decir, lo que Dios nos pide siempre va a ser para beneficiarnos.
En Efesios 5:6-20 vemos varios consejos que Dios nos da:
1. Cuidémonos de las personas que no siguen a Cristo.
Es cierto que nuestro propósito en la tierra es hablarles a otros de Cristo para que conozcan su amor, pero eso no significa que nosotros vamos a hacer lo mismo que esas personas que no siguen a Jesús. Debemos cuidarnos de no creer en palabras o historias falsas que NO están en la Biblia. Si alguien quiere arrastrarnos a cosas malas, alejémonos de esas personas para que no nos hagan daño y para que nuestro testimonio siga limpio.
Que nadie los engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre aquellos que no lo obedecen. Por tanto, no se junten con esa clase de gente. Efesios 5:6-7
2. Semos luz.
Una vez que estamos con Cristo comenzamos a ver la luz de la verdad en las cosas. Nos convertimos en luz, y podemos mostrarle a otros nuestra luz. Tenemos el deber de corroborar si algo es agradable al Señor o no, si vemos que algo es de agrado a Dios entonces hagámoslo tranquilos pero si vemos que algo no es del gusto del Señor es mejor dejarlo y evitar hacerlo. El Señor ve lo que hacemos en público y en secreto. No avergoncemos a Dios.
En otro tiempo, ustedes eran oscuridad; pero ahora son luz en el Señor. Por tanto, vivan como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu se manifiesta en toda bondad, justicia y verdad), y comprueben lo que es agradable al Señor. No tengan nada que ver con las obras infructuosas de las tinieblas; al contrario, denúncienlas. ¡Hasta vergüenza da hablar de lo que ellos hacen en secreto! Pero cuando todas las cosas son expuestas a la luz, quedan de manifiesto; porque la luz lo manifiesta todo. Por eso dice: «Despiértate, tú que duermes. Levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.» Efesios 5:8-14
3. Vivamos sabiamente.
El Señor nos dice que no seamos necios, es decir, no insistamos en hacer las cosas mal, seamos sabios, seamos inteligente y aprovechemos el tiempo para vivir en obediencia a Dios, la palabra dice que en lugar de llenarnos de alcohol y sustancias dañinas, debemos llenarnos del Espíritu, pero también debemos dejar el pecado, cualquier cosa que consuma nuestro corazón y nuestro tiempo y que no sea del agrado de Dios debemos dejarlo. Sólo el Espíritu Santo, Dios, debe llenar nuestro corazón. Y finalmente Dios nos dice que demos gracias POR TODO. Por lo bueno, por lo malo, por TODO porque quien tiene el control, quien conoce el futuro, quien conoce los corazones es Dios, entonces seamos agradecidos porque si estamos en obediencia el Señor nos va a cuidar siempre.
Por tanto, ¡cuidado con su manera de vivir! No vivan ya como necios, sino como sabios. Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos. No sean, pues, insensatos; procuren entender cuál es la voluntad del Señor. No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu. Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cánticos espirituales; canten y alaben al Señor con el corazón, y den siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Efesios 5:15-20
Obedecer a Dios es amarlo y respetarlo como Señor de nuestras vidas. Dios no sólo debe ser nuestro Salvador, sino también nuestro Señor. Confía en Él y todo te saldrá bien.
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