Hemos escuchado muchas veces a las personas decir: "Jesús es la vid verdadera". Pero ¿Qué significa esto?
Nos basamos en la Biblia, en Juan 15:1-5 donde Jesús dice que Él es la vid verdadera. Jesús lo que hace es una comparación, se compara a Él mismo con una planta de vid, las plantas que dan de fruto las uvas. Para que las ramas de esta planta den uvas, deben estar pegadas a la vid, a estas ramas se les llama pámpanos.
Jesús dice que Él es la vid, una vez que creemos en Él nosotros somos sus pámpanos y debemos dar frutos, esto significa que Jesús quiere que trabajemos por Él y que nuestro trabajo pueda dar buenos resultados.
Entonces, ¿que se necesita para dar frutos?
1. Permitamos que la "nueva criatura" que hay en nosotros, pueda dar frutos.
La Biblia dice que una vez que aceptamos a Jesús somos nuevas criaturas, es decir, somos nuevas personas, somos hijos de Dios, pensamos diferente y hacemos las cosas diferentes, ahora vivimos para Cristo, entonces el amor de Dios vive en nosotros, ese amor nos hace hablarle a otros de Cristo porque queremos que otras personas también tengan a Dios en sus vidas. Cuando permitimos que nuestra vida de frutos, Dios nos va a seguir perfeccionando, nos va a limpiar para que podamos dar más frutos.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Juan 15:2
2. Demos más frutos.
Los árboles en su primera cosecha dan fruto pero en la segunda dan más fruto y más fruto. Cuando nosotros estamos con Cristo, permanecemos en Él, dedicamos tiempo a Dios, Él nos hace más fuertes, una rama sola no puede dar frutos pero una rama que está pegada al árbol da muchos frutos, entonces estando en Cristo, mejorando nuestra relación con Él, daremos más frutos.
Ustedes ya están limpios, por la palabra que les he hablado. Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Así como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Juan 15:3-4
3. Llevemos mucho fruto.
Aunque parezca repetitivo no lo es, primero debemos dejar que nuestra vida de frutos, después debemos permanecer en Cristo para dar más frutos, no debemos alejarnos, y por último, debemos dar muchos frutos, debe ser una cosa diaria, permanente. El Señor nos va a seguir fortaleciendo cada día, nos va a guiar. No nos conformemos con ser cristianos, debemos trabajar y dar frutos al Señor, no nos conformemos con dar frutos, demos muchos. Sin Dios nada somos.
Yo soy la vid y ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes nada pueden hacer. Juan 15:5
Entonces ¿qué estamos esperando? ¿Qué hemos hecho hasta ahora? ¿Cuántos años más vamos a pedirle a Dios que nos de para poder trabajar? ¿Cuánto tiempo más necesitamos para servir al Señor?
Si actualmente no trabajás por el Señor, hoy es un buen día para comenzar, hablale a otros de Cristo. Si ya estás trabajando recordá que Dios te perfecciona cada día, te fortalece para trabajés cada día más por su obra.
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