miércoles, 31 de diciembre de 2014

Primer día del año (2015)

¿Estás listo para vivir este año y ser feliz? Prepárate porque Dios tiene grandes cosas para sus hijos que confían en Él y le buscan. 



Para comenzar muy bien el año te dejamos algunos consejos que te servirán para mejorar tu relación con Dios. ¿Listo? Aquí están: 

1. Entrégale cada día de tu vida a Dios.
2. Dedica tiempo diario a meditar, leer, orar y alabar.
3. Planea metas para servir al Señor.
4. Háblale a otros de Cristo.
5. Vive hoy como si no hubiera un mañana, disfruta cada día de tu vida.
6. Busca a Jehová de todo corazón.
7. Reconcíliate y perdona con personas que rompiste relación.
8. Sueña y pon tus sueños bajo la voluntad de Dios.
9. Lee la Biblia completa. 
10. Espera con paciencia lo que Dios tiene para ti.

No dejes que Satanas te use. Vive para la gloria y honra de Dios. 

Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no como para la gente, Colosenses 3:23

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martes, 30 de diciembre de 2014

Gracias Dios por este 2014

Último día del año y deseamos festejar con nuestros familiares y amigos o simplemente deseamos reposar y descansar. Pero ¿no nos falta lo más importante? 

Agradecer a Dios por darnos vida y permitirnos finalizar un año más es fundamental. Hay millones e incontables cosas por las que darle gracias al Señor, pero te dejamos una lista de 10 cosas para darle gracias a Dios. 




1. Visión. Gracias a Dios porque desde mucho antes de nacer, desde el inicio de los tiempos Dios tuvo la visión de algún día crearnos, mostrarnos su amor a través de Jesús y darnos vida eterna junto a Él. 

2. Paciencia. Gracias a Dios por la paciencia y misericordia que ha tenido con nosotros durante un año más. Cada vez que le hemos fallado Él ha estado ahí para perdonarnos y fortalecernos. 

3. Amor. Gracias a Dios por llenarnos de su amor profundo que penetra nuestra alma y nos deja amar a otros, ya sea familia o amigos y si no tenemos incluso su amor nos ayuda a amar a desconocidos que también necesitan conocer su amor. 

4. Necesidades físicas. Gracias a Dios porque aunque pasemos por buenos o malos momentos Él no nos va a abandonar y nos dará el cuido y alimento que necesitamos para vivir durante el tiempo que Él quiera y nos de un propósito. 

5. Sanidad y enfermedad. Gracias a Dios porque si nos enfermamos Él nos sana e incluso usa nuestra enfermedad para dar testimonio de su poder y de nuestra fe y confianza en Él. 

6. Propósito. Gracias a Dios por crearnoss con un propósito para servirle, con un rumbo para vivir en este mundo tan egoísta y perdido, Dios le da propósito a nuestra vida. 

7. Fuerza. Gracias a Dios por darnos la fuerza y la armadura basada en la fe, justicia, verdad, evangelio y perseverancia en Dios, la cual nos permite soportar las pruebas y tentaciones. 

8. Promesas. Gracias a Dios porque nos ha prometido una vida nueva, un amor que no falla, un eternidad de santidad y pureza. 

9. Guía. Gracias a Dios porque cuando estamos en buena relación nos guía por el camino de seguridad y aun cuando estamos alejados de Él, nos guía para que volvamos a encontrar el sendero que Él tiene para nosotros. 

10. Jesús. Gracias a Dios por Jesús quién es todo, el centro de todo y la razón de todo. Jesús El Salvador, el Hacedor, el Creador, el Fuerte, el Padre, el Eterno Dios que nos ama a CADA UNO DE NOSOTROS POR IGUAL. 

Estas son solo algunas cosas por las cuales dar gracias pero hay muchas mas. ¿Por qué le das gracias a Dios? 

No te olvides de terminar el año con tu corazón entregado a Cristo. 


Den gracias a Dios en todo, porque ésta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:18

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Hoy estoy muy ansioso

Hoy le pedí inspiración a Dios para escribir este estudio, leí la palabra y me di cuenta de algo: estoy ansioso.

Pero en el buen sentido, ansioso, es decir que estoy emocionado esperando algo. Estoy esperando la segunda venida del Señor Jesús. 

Y para que entiendas lo que quiero decir, te comparto lo que leí: 

"Puesto que todo será deshecho, ustedes deben vivir una vida santa y dedicada a Dios, y esperar con ansias la venida del día de Dios." (2 Pedro 3:11,12)

El apóstol Pedro escribe su segunda carta y habla de los tiempos finales, entre otras cosas, pero también nos deja una enseñanza muy especial: todo será desecho. 

Así es, el mundo que conocemos, los edificios, los restaurantes, las playas, las fiestas, los trabajos, todo será desecho. Porque Dios nos prometió una nueva tierra y Dios SI cumple su palabra. 

Entonces como todo algún día será desecho yo debo tener esperanza que cuando Jesús vuelva voy a estar con Él y voy a ser premiado por lo que haya hecho para Él. 


Estoy ansioso de ver al Salvador, estoy ansioso de estar en sus brazos, estoy ansioso de vivir la eterna paz, estoy ansioso de que Dios me diga: buen siervo y fiel. Estoy ansioso de la segunda venida de Jesús.

Sigo con mi vida, trabajo, tengo amigos, familia, metas, sueños y propósitos que Dios me ha dado pero cada día sé que estoy mas cerca de ver a mi Salvador a la cara y decirle: gracias. Te amo precioso Salvador. Pero mientras viviré una vida DEDICADA AL SEÑOR. 


¿Estás ansioso? ¿Estás listo para ver a tu Creador? Si aún estás listo prepárate, entrega tu vida a Dios porque en cualquier momento puede venir tu Salvador. 

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lunes, 29 de diciembre de 2014

Siento algo diferente

Basamos nuestro estudio de hoy en un solo versiculo que impacta vidas:

el Señor llamó a Samuel, y él respondió: «Aquí estoy, Señor.» 1 Samuel 3:4

Queremos compartir con vos el testimonio de una joven amiga nuestra:

"Toda mi vida he ido a la iglesia con mis papás, a los 10 entendí que yo debía aceptar a Cristo en mi corazón, creí en Él y desde entonces soy suya. 

Pero he tenido altibajos, he caído en tentaciones y pescados, nunca he dejado de creer en Dios, nunca he dejado de ser salva, el Espíritu Santo siempre me hacía ver el mal que estaba haciendo y me arrepentía.

He tenido unos momentos muy hermosos de motivación, donde me he puesto las pilas y he trabajado por el Señor. He visto su poder trabajando en mi vida y en la vida de otros a través de mi. 

Un día le pedí a Dios que me enseñara cual es el propósito que Él tiene para mí, para qué me creó. 

No sucedió al instante, primero Dios ha venido trabajando en mi vida, curando mis heridas y enseñándome mis fortalezas y mi valor. Siento algo diferente dentro de mi.

Ahora puedo ver con mayor claridad mi propósito, yo nací para evangelizar. Nací para hablarle a otros de Cristo, de su amor, de lo que ha hecho en mi vida, de mi transformación y de su poder. 

Nací para servir a Dios. Para tener no solo uno sino varios ministerios que ayuden a las personas a acercarse a Dios y a sanar sus propias heridas.

Soy joven. Y quiero entregar mi juventud y mi vida al Señor. 

En algunos momentos el enemigo quiere que tenga temores pero no puedo dejar que esos temores me atrasen o me impidan hacer mi trabajo para el Señor. 

El Dios de Abraham, de Jacó, de Moisés, de David, de Isaias, de Juan, de Pablo, el Dios mío, el Todopoderoso está de mi lado. Aquí voy."

Es hermoso ver como una vida se entrega a Cristo ¿verdad?

¿Sabés cual es el propósito que tiene Dios para tu vida? 

¿Quién es tu Dios? 

el Señor llamó a Samuel, y él respondió: «Aquí estoy, Señor.» 1 Samuel 3:4

martes, 23 de diciembre de 2014

Radicales por todo lado

¿Qué es un radical? Son personas que creen y siguen sus principios de forma extrema, es decir, nadie puede hacerlos cambiar de opinión. En el cristianismo, un radical es aquella persona que está muy segura de lo que cree, que defiende a Cristo ante cualquier circunstancia y que su pasión y anhelo profundo es vivir para Dios y para servirle.

La pregunta es ¿existen radicales en estos tiempos?

Cuando Jesús vino, las personas que creyeron en Él eran radicales, vemos personas que murieron literalmente por Cristo, personas que dejaron sus vidas de pecado para entregarse a Dios, personas que cambiaron su forma de pensar, su forma de ver la vida y hasta su forma de tratar a otros. Veamos algunos ejemplos: 

1. Pedro y Andrés: bastó con que el Señor les dijera: sígueme. Ellos dejaron todo y le siguieron. 

Mientras Jesús caminaba junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés, que estaban echando la red al agua, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Síganme, y yo haré de ustedes pescadores de hombres.» Ellos entonces, dejando al instante las redes, lo siguieron. San Mateo 4:18-20

2.Zaqueo: el amor de Jesús lo motivó para ayudar a los pobres y dejar sus riquezas. Se dio cuenta que es más importante lo espiritual que lo material.

Pero Zaqueo se puso de pie y le dijo al Señor: «Señor, voy a dar ahora mismo la mitad de mis bienes a los pobres. Y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces más lo defraudado.» San Lucas 19:8

3.Los primeros cristianos: conocieron un cambio en sus vidas, dejaron el egoísmo, la avaricia y practicaron el amor, la generosidad. Daban todo por ayudar a otros, se reunían TODOS los días, alaban a Dios siempre. 

 y todos los que habían creído se mantenían unidos y lo compartían todo; vendían sus propiedades y posesiones, y todo lo compartían entre todos, según las necesidades de cada uno. Todos los días se reunían en el templo, y partían el pan en las casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón, Hechos 2:44-46 

Pero entonces ¿qué nos diferencia de esos cristianos de antes? La desobediencia. 

Sí, la desobediencia porque Dios nos dice que AMEMOS a todos (familiares, amigos, enemigos, vecinos, prójimo) y si nosotros amamos a alguien vamos a ayudarlos para que no pase malos momentos en su vida, vamos a hablarle del mensaje de Jesús, vamos a compartir con ellos. 

Dios también nos dice que pensemos en el más allá porque esta vida es pasajera, entonces ¿que importa si no somos millonarios? Es mejor vivir para el servicio de Dios que desvivirse para "ser alguien" en la vida. ¡Que tonto! Queremos únicamente reconocimiento público pero nos olvidamos de que ese reconocimiento es vano y lo importante es lo que hagamos para el Señor. 

Dios no quiere cristianos que solo vayan al culto el domingo. Dios quiere RADICALES. Personas que se entreguen, que dejen de ser egoístas y cien en a vivir una vida para Él. 

No es fanatismo como muchos suelen decir para quitarse de encima la responsabilidad, no es hipocresía porque no es jugar de santos. Es RADICAL, dar la vida por aquel que nos salvó.

Dios nos manda a separarnos de este mundo, eso significa que le hablemos a cualquier persona de Jesús sin importar lo que haya o no haya hecho esa persona, pero eso no significa que vamos a hacer lo mismo que esa persona. Podemos evangelizar a un ladrón, a un adultero, a un borracho, a una prostituta, a un mentiroso, a quien sea, DIOS LOS AMA A TODOS...pero no vamos a pecar con ellos, démosle el testimonio de lo que Jesús puede hacer en la vida de un pecador porque nosotros también éramos pecadores cuando Jesús nos salvó y lo seguimos siendo pero ahora la sangre de Cristo nos limpia. ¡Amén que lindo! 

Entonces ¿que esperas para ser un radical? 

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viernes, 19 de diciembre de 2014

Ayer pequé

Una persona escribió esto una vez:

"Ayer pequé, después de prometerle a Dios que no lo haría más, después de tantos días de resistir ayer caí. ¿Y ahora que hago? Me siento avergonzado de fallarle a Dios, me siento triste de romper una promesa, me siento mal, me siento alejado, todo por un pecado. Mi corazón está dolido por algo que yo mismo hice. Ya estoy cansado de fallarle siempre a Dios. ¿Y qué pasa si hoy prometo no hacerlo más y mañana vuelvo a caer? Yo acepté a Jesús en mi corazón pero siento que lo único que hago es fallarle. ¿Y ahora que hago?"


Respuesta: 

1.ORA. 
Recuerda que no eres el único, todos pecamos, todos le fallamos a Dios porque todos somos humanos. Cada persona tiene su debilidad, para ti puede ser la mentira, para otro la envidia, para otro el adulterio, para otro el resentimiento. Todos pecamos, pero Dios nos persona. Pero Dios nos AMA tanto que basta con pedir perdón para que el olvide nuestro pecado, perdón de corazón, no perdón por miedo o por remordimiento, es un perdón sincero, que quiere hacer las cosas diferentes, que busca pureza y santidad. 

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9 

2.LEE
Lee la palabra, métete de lleno en la Biblia. ¿Cómo vas a saber las hermosas promesas y enseñanzas, los mensajes que Dios quiere darte sin leer la Biblia? 
Dios te habla directamente a través de su Palabra. Úsala, úsala para aprender, practicarla, para enseñarla a otros. Lee y Usa la palabra de tu Salvador, su palabra nos perfecciona, nos prepara para seguir adelante.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17

3.CONSÁGRATE
Para consagrarte al Señor basta con tener un corazón dispuesto a cumplir su voluntad, a veces caeremos, a veces fallaremos pero Dios es misericordioso y nos perdona, nos prepara para enfrentar lo mal que vendrá a nuestra vida. El Señor nos deja presentarnos ante Él, y quiere que lo hagamos sin vergüenza., con diligencia, es decir, con amor, respeto, prontitud y disposición para cumplir su palabra. 

Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que usa bien la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15

Entonces, si Dios mismo te perdona, te alienta, te ama, te motiva y te espera con brazos abiertos, ¿porque no puedes perdonarte a ti mismo? El Señor te purifica, siéntete limpio porque Dios te lava nada mas y nada menos que con la sangre de Jesús. Deja tu angustia a un lado y retoma tu relación con el Señor. Él te está esperando.

Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.1 Juan 1:7

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miércoles, 17 de diciembre de 2014

El ejemplo

Muchas veces pensamos que nadie nos está mirando. Nos sentimos cómodos y despreocupados, y esta bien. Muchas veces pensamos que somos pequeños siervos de Dios, que apenas estamos empezando o que somos muy tímidos. 

¿Te está mirando alguien? Ya sabemos que Dios está en todo momento y en todo lugar con nosotros pero ¿alguien más nos está poniendo atención? 

Cada persona a nuestro alrededor nos observa, así como nosotros los observamos a ellos, ellos también nos miran. ¿Qué ven en nosotros? ¿Por qué nos miran?

Ven una luz en nosotros. Y si los que no son creyentes nos miran, ahora imagínate cuanto más nos miran los creyentes que quieren segur un ejemplo de una persona entregada de una persona transformada. 

Ser ejemplo para otros creyentes no tiene nada de malo, no importa la edad, la nacionalidad, el tiempo de estar en los caminos del Señor, no importa nada, solo necesitamos querer servir al Dios con nuestro testimonio, es decir, con nuestro ejemplos lo a los demás. 

Te presentamos cuatro formas en las que tú, sí tú, puedes ser ejemplo a los demás. 

Muestra un buen ejemplo con:


1.Lo que dices:
Nuestras expresiones, nuestro vocabulario, nuestras palabras hablan de nosotros, los comentarios que hacemos para referirnos a alguien más dice mucho de nuestra forma de ser, si somos nobles, chismosos, amables, hipócritas, etc. Entonces cuida tus palabras y deja que tu boca sea el instrumento de Dios.

2.Tu forma de vivir:
No se trata de ir los domingos a la iglesia y poner un check en la asistencia, ser cristiano es una forma de vivir, es un estilo de vida, es paquete completo de vocabulario, actitud, pensamiento, acciones y mucho mas. Nuestra forma de vivir, nuestras costumbres son un reflejo de nuestro corazón, entonces si tenemos a Cristo en nuestro corazón dejemos reflejar esa nueva forma de vivir.

3.Con tu amor:
No hablamos solo de amor a tu pareja, hablamos de amor en tu corazón, un corazón que le pertenece a Dios tiene el amor de Dios. Este amor es perfecto...PERFECTO. Un amor que permite amar a tu pareja, a tus hijos, a tus familiares, a tus amigos, a tus enemigos, a tus conocidos y a los desconocidos. Amar a los demás con el amor que Dios pone en tu corazón, ese es ejemplo que debes dar. Ama, pero ama verdaderamente con entrega a los tuyos y a las almas que no conocen a Dios.

4.Con tu fe:
No hay nada más hermoso que toparse a una persona llena de fe. Una persona que con su mirada te transmite una confianza en Dios, una fe inquebrantable, es decir, una fe que no permite que las personas, las circunstancias dañen su confianza y relación con Dios. Deja que tu fe en Cristo sea de ejemplo para otros.

5.Con tu pureza:
¿Pureza? Sí, la pureza de un corazón que Jesús lavó con su sangre perfecta, una pureza que solo el perdón de Dios a través de Jesús puede dar. Nosotros que pecamos, que desobedecemos a Dios, que sois rebeldes, podemos tener pureza cuando abrimos nuestro corazón al Señor. Sé puro, líbrate del pecado con la sangre de Jesús y deja que tu pureza sea de ejemplo a los demás.

Queremos que sepas que esto no lo estamos inventando nosotros, todo está en la palabra de Dios: 

Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1 Timoteo 4:12

¿Ves lo que necesitas para ser ejemplo? Lo que necesitas es dejar salir la transformación que Cristo ha hecho en ti.
Sé ejemplo, te están mirando. Dios esta con contigo.

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martes, 16 de diciembre de 2014

Tu vida cristiana es un desperdicio

"¿Por qué no disfrutas de la vida? Los cristianos son muy aburridos. Yo prefiero disfrutar mi vida y hacer todo lo que me gusta. Ser cristiano es un desperdicio."

¿Alguien te ha dicho eso alguna vez? A mi sí. Y antes me enojaba mucho cuando una persona me decía eso, me parecía tan irrespetuoso y atrevido. 

¿Qué mi vida cristiana es un desperdicio? ¡Qué rabia! 

Pero luego me puse a pensar y dije: sí, esa persona tiene razón al pensar así pero solo porque no ha experimentar lo que es Cristo viviendo dentro de él. Esa persona no conoce el amor perfecto, el amor que nunca falla, el amor que te cambia la vida, que te apasiona, el amor que te hace entregar todo tu ser. El amor de Cristo.

Y entonces dejé de sentir rabia contra esas personas que decían que mi vida cristiana es un desperdicio, que mi Dios es imaginario, que todo es un cuento. Comencé a sentir compasión por esas personas, porque una vida sin Cristo es una vida banal, vacía, solitaria, llena de amores falsos que intentar llenar el campo de Dios. Comencé a sentir amor por esas personas. Y mi amor por Crisuo se incrementó.

Comencé a leer más la palabra y me encontré algunas cosas hermosas que quiero compartir con ustedes: 

1. Mi vida con Cristo no es vano. 
Claro está que como cristianos comprometidos con Dios enfrentamos burlas, rechazos, abandono de algunas personas, etc. Pero todo esto no es en vano, porque Dios tiene grandes cosas para nosotros.

¿Tantas cosas han padecido en vano? ¡Si es que realmente fue en vano! Aquel que les suministra el Espíritu y hace maravillas entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? Así Abrahán creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Gálatas 3:4-6

2.Dios tiene recompensas para nosotros. 
Dejemos de pensar que son recompensas aquí en la tierra. Dejemos de estar diciendo que si damos ya entonces Dios dentro de unos días nos va a triplicar. Dios recompensa nuestra entrega de forma espiritual, con premios cuando lleguemos al cielo. 

Gócense y alégrense, porque en los cielos ya tienen ustedes un gran galardón; pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes. San Mateo 5:12

¡Miren! ¡Ya pronto vengo! Y traigo conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno conforme a sus acciones. Apocalipsis 22:12

3.Dios todo lo ve.
El Señor ve todo, lo que se hace en privado y lo que se hace en público. No importa si otros ven o agradecen o valoran lo que hacemos por Cristo, lo importante es hacerlo para Dios porque Él sabe la intención de nuestro corazón 

Y Dios, que conoce los corazones, los confirmó y les dio el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros. Hechos 15:8

Entonces, en lugar de enojarnos, de llenarnos de rabia por los comentarios de otras personas; llenémonos de amor, de compasión, ya sabemos que nuestra entrega vale y no solo vale sino que también tiene recompensa que nos la dará nuestro propio Dios. 

Gocémonos y alegrémonos porque Jesús ve tu corazón y la intención que hay en él, y el mismo Señor nos bendecirá.

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¿Le caigo bien a los demás?

Cuantas veces a la semana nos preguntamos eso, cuando somos niños queremos saber si le caemos bien a nuestros amigos, cuando somos adolescentes queremos saber si le caemos bien a la persona que nos gusta, cuando somos jóvenes queremos saber si le caemos bien a los más fiesteros de la universidad y cuando somos adultos queremos saber si le caemos bien a los compañeros de trabajo. 

Es algo muy común, nadie quiere sentirse rechazado, o que digan que somos amargados, aburridos, odiosos. Queremos ser del agrado de los demás.

Pero cuantas veces nos preguntamos ¿soy del agrado del Señor?

Tal vez nos cueste pensar en esto, salimos todos los días de nuestras casas, no matamos a nadie, saludamos a la gente y regresamos a casa tranquilos. Pero ¿agradamos a Dios ese día? ¿Es suficiente lo hacer daño a nadie?  No. 

¿Quieres saber como agradar a Dios? 

1.Fe.
Lo primero que todo cristiano necesita tener para agradar a Dios es la fe, es confiar ciegamente en Dios. Así es, a Dios le agrada que confíes ciegamente en Él, aun cuando todo parezca bien o mal o incluso cuando algo es imposible y sin salida, si confías ciegsmen en Dios vas a ser del agrado del Señor. 

Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que sabe recompensar a quienes lo buscan. Hebreos 11:6

2.Ofrenda
Y no hablo de la ofrenda material (la cual es muy importante que demos al Señor con un corazón alegre), me refiero a la ofrenda de tu vida, ofrecer tu ser al Señor, que te use como un instrumento, que Dios sepa que puede contar contigo y usarte para su obra porque te entregaste a Él, y lo hiciste con amor. Como dice un frase conocida: "Jesús murió por mi entonces yo viviré por Él" 

Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios! Romanos 12:1

3. Mostremos el fruto.
¿Cuál fruto? Cuando dejamos a Jesús entrar a nuestras vidas, el Espíritu Santo comienza a vivir en nosotros y por lo tanto pone un fruto en nosotros. UN fruto que tiene muchas partes, si somos hijos de Dios dejemos que ese fruto se vea en nuestras vidas. No solo una parte del fruto, todo el fruto completo. ¿Qué partes tiene el fruto?:

Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Gálatas 5:22-23

¿Le agradamos a Dios? No importa lo que hayamos hecho el Señor puede perdonar nuestros pecados, de forma gratuita, por amor. Pero nosotros debía estar agradecidos y amarle, buscar la forma de agradarle, la cual, si pones atención a los tres puntos que te dimos, consiste en agradarle con tu vida, tus acciones y sentimientos, tengas o no tengas dinero, tengas o no tengas profesión, estudio, familia, trabajo, lo que sea; solo necesitas un corazón que quiera agradar a Dios. 

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lunes, 15 de diciembre de 2014

Agua sucia, Agua limpia

¿Puede un tubo abrirse y dar agua suci y agua limpia al mismo tiempo? No. Es muy simple, o da agua limpia o da agua sucia pero si mezclamos las dos el agua limpia se contamina y se convierte en sucia.

¿Puede un cristiano bendecir y tener mal vocabulario al mismo tiempo? No. Es muy simple, o habla de forma sana o habla de forma vulgar pero si queremos decir las dos cosas al mismo tiempo terminamos siendo unos vulgares mal hablados. 

Ahora bien, ¿puede un cristiano pecar siendo ya salvo? Claro que sí. 

Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Si alguno ha pecado, tenemos un abogado ante el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1 

Pero nosotros decidimos que hablar, nosotros decidimos como actuar. Para nadie es un secreto que hay cristianos que dicen malas palabras, así como hay cristianos que mienten, roban, pelean, etc. Lo que pasa es que es una lucha diaria del cristiano para no caer en las tentaciones de pecar. 

Entonces ¿cómo vencer esas tentaciones? ¿Cómo dejar de hablar mal, dejar de ser vulgar? Te damos algunos consejos que esperamos sean de bendición. 

1. Detecta las palabras. 
Pon atención a lo que dices. Escucha tu forma de hablar, probablemente estés pensando "no digo palabras muy vulgares, solo digo alguna expresión un poco grosera cuando me enojo o me asusto". No importa que tan grosera o vulgar sea la palabra, si es una palabra que no se puede usar para glorificar a Dios entonces no es una palabra o expresión correcta. Recuerda que somos el reflejo de Dios para el mundo entonces cuidemos nuestras expresiones. 

2. Detecta las ocasiones que te hacen hablar mal.
Algunas veces es cuando nos asustamos, cuando nos enojamos, cuando otra persona casi nos golpea el automóvil, cuando estamos con unos amigos y simplemente se nos "contagia" su forma de hablar. Sea cual sea la ocasión comienza a controlarte, a pensar antes de hablar, a mantener la calma para que no dejes que tu ira, miedo o cualquier emoción te haga pecar. Los amigos, familiares y demás personas no deberían contagiarnos, nosotros somos los que deberíamos contagiar a los demás del amor de Cristo, de nuestra forma de hablar, que a los demás les de gusto estar con nosotros. Lo que esta en nuestra mente es los que vamos a hablar, así que pensemos en cosas de bendición para los demás y ora nuestras vidas.

Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello. Filipenses 4:8 

3. Limpiemos nuestra agua. 
Tal vez llevamos mucho tiempo de hablar mal, tal vez ya se hizo nuestra costumbre, tal vez tan rodeados de personas mal habladas que sería "imposible" dejar de hacerlo. Para Dios todo es posible. Si Dios, con la sangre de Jesús , limpió todos nuestros pecados, ¿cómo es posible que pensemos que dios no nos puede limpiar nuestra manera de hablar? Dios puede. Entreguemos nuestro vocabulario al Señor, dejemos que nuestro labios sean de bendición a otros. Es una lucha diaria. No basta con orar y decir: "Señor cambia mi forma de hablar" y dejarle el trabajo solo a Dios, nosotros debemos poner de nuestra parte. Llenémonos de la Biblia, de oración, de amor de Cristo. Ponte metas, por ejemplo ponte la meta de mínimos una vez al día hablarle a una persona de Cristo, una vez al día, para comenzar, y verás como vas a ir cambiando tu forma de pensar y hablar, veras como el amor a Dios y su obra nos va a bendecir. Dios nos puso en medio de este mundo para que hablemos de Él. Recordemos que Jesús nos transforma. 

Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18

Entonces, que nuestra agua sea limpia, nuestra mente pura y nuestros labios de bendición para otros.

Como dijo un hombre una vez: "somos la única biblia que muchos podrán leer"

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jueves, 11 de diciembre de 2014

¿Momentos difíciles? Esperanza

Todos hemos pasado alguna vez por momentos difíciles, tal vez vos venís saliendo de uno, o apenas vas entrando a un momento duro. Sentimos que estamos cansados, que no es justo, oramos y oramos pero pareciera que Dios nos dejó de escuchar, pareciera que las cosas cada vez van peor, viene una cosa mala a nuestra vida y de pronto se vienen unas cinco más, deudas, enfermedades, preocupaciones, empleos, familia, todo de una vez. 

Y nos hacemos la pregunta ¿dónde estás Señor? ¿Por qué no me escuchas?

La respuesta es muy sencilla, Dios te dice
NO TENGAS MIEDO, YO ESTOY CONTIGO.

El Señor está con nosotros, en momentos lindos, en momentos difíciles Dios está con nosotros. Dios no miente y si dice que nunca nos va a dejar significa que nunca, jamás nos va a dejar. Veamos algunos pensamientos que tenemos en momentos difíciles y como Dios nos contesta a ellos.

1. "Dios no oye mi oración"
El Señor sí oye. Somos sus hijos, y Dios ama a sus hijos, nos cuida y nos oye. Él ya sabe nuestras preocupaciones y nuestras dificultades y por eso siempre nos oye. Cuando creemos que Dios no nos contesta estamos equivocados porque Dios todo lo hace perfecto, el Señor tiene mejores planes de lo que nosotros pensamos y muchas veces esos "silencios" que creemos que Dios hace, en realidad significa: seguí orando, Dios te escucha pero está preparando algo grande para vos, así que confía y espera en Él y el te va a enseñar cosas increíbles. ¿quién dice esto? pues Dios mismo.


Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces. Jeremías 33:3Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo. Salmo 37:5

2. "Ya no aguanto más"
Queremos tirar la toalla. Queremos rendirnos porque ya no tenemos fuerzas, ya estamos cansados, hartos de tanto dolor, estrés, soledad. Pero queremos dejar algo claro: Jesús soportó mucho más en la cruz del calvario cuando murió por nuestros pecados. Pasamos quejándonos de nuestros dolores y no Jesús dio su vida por la nuestra. El sacrificio y sufrimiento de Jesús en la cruz no se compara en nada a nuestros problemas terrenales. Entonces, si Jesús POR AMOR A VOS Y A MI resistió hasta el final, ¿por qué nosotros creemos que no podemos? Es que tenemos a Jesús de nuestro lado, es que Jesús mismo nos apoya, nos alienta, nos motiva, nos da fuerza. Sí podemos "aguantar" más. Porque el dolor y los problemas tienen un fin pero el amor de Jesús, la vida eterna que Él nos da: NO TIENE FIN. Dios no va a dejarnos sin fuerzas para que un problema acabe con nosotros. Dios nos da fortaleza y nos cuida, por eso no deja que vengan dificultades más grandes y pesadas de lo que en realidad podemos resistir. Dios es justo y misericordioso. Los problemas también traen la salida.

A ustedes no les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una prueba más allá de lo que puedan resistir, sino que junto con la prueba les dará la salida, para que puedan sobrellevarla. 1 Corintios 10:13

3. "Perdí la esperanza"
Sí, es muy triste oír a una persona decir que perdió la esperanza, y ¿qué pasa cuando lo dice un cristiano? La tristeza es mayor. Una persona que NO conoce a Dios puede perder la esperanza, porque la puso en otras cosas en otras personas pero nunca la puso en Dios entonces esa esperanza le falló, se le acabó. Pero un hijo de Dios, un cristiano que tiene a Jesús en su corazón DEBE poner su esperanza en Dios, porque tenemos la certeza, la SEGURIDAD que esa esperanza NO se va a perder, es que si insistimos en poner la esperanza en personas, en amigos, en objetos, la esperanza se acabará pero si ponemos nuestra esperanza a Dios, el Señor nos promete muchas cosas, nos promete ayudarnos, hacernos más fuertes, darnos la salida, darnos protección. No seamos necios, pongamos la esperanza en el ÚNICO que todo lo cumple. En Dios.

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! Salmo 42:11
Pero los que confían en el Señor, renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. Isaías 40:31

Es nuestro deseo que ustedes y nosotros pongamos nuestra esperanza en Dios, en Jesús, en el Todopoderoso, y que nuestros ojos vean su poder, su voluntad, su fuerza actuando en nuestras vidas. Te motivamos para que no decaigas nunca, para que podás seguir adelante a pesar de cualquier problema, para que confiés en Dios, no sólo hoy, sino cada día de tu vida, en un día lindo, en un día gris, cada día, agarrados de Dios.

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo. Romanos 15:13

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miércoles, 10 de diciembre de 2014

Es hora de confesarse

Todos hemos oído la palabra confesar, pero ¿qué significa? Confesarse significa reconocer y declarar algo, ya sea un secreto, un error, una mentira, etc.


Pero en el entorno cristiano, ¿qué significa confesar? Significa declarar los pecados que hemos cometido ante Dios. Sí. Ante Dios.

Primero que todo hay que ser justos y dejar claro que todos somos pecadores, no importa si vas o no a una iglesia, no importa si sos una persona "importante" en la vida, no importa cuantos años tenés, no importa nada, todos pecamos.


Pues no hay diferencia alguna, por cuanto todos pecaron. Romanos 3:22-23Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 1 Juan 1:8

1. Ahora bien, esos pecados ¿A QUIÉN se deben confesar?
No queremos ofender a ninguna persona, sin embargo queremos dejar muy claro lo que la Biblia, la verdadera palabra de Dios dice. Los pecados se deben confesar a Dios, no a ninguna persona, no al pastor, no al sacerdote, no al amigo, no a las personas. Los pecados se confiesan al Señor cuando oramos en el nombre de Jesús. La Biblia es muy clara, el único que está entre Dios y los hombres es Jesús, por eso no debemos confesar nuestros pecados con otras personas esperando que ellos nos perdonen, borren o limpien nuestro pecado, solo hay UN MEDIADOR entre Dios y yo...se llama Jesús.

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, que es Jesucristo hombre. 1 Timoteo 2:5

2, Una vez dicho esto, debemos hacernos la pregunta ¿PARA qué confesar nuestro pecados?
Debemos confesarlos para que el Señor nos perdone y borre esos pecados de nuestras vidas. No nos confesamos para sentirnos aún más culpables, o para que sigamos pensando en esos pecados, no. Confesamos lo que hicimos para que Dios nos de esa paz tan hermosa que sólo Él puede dar, esa paz cuando estamos limpios en su nombre. Siempre, sí, siempre que confesemos nuestros pecados a Dios, con la actitud correcta, Él nos va a perdonar, eso no nos da derecho a andar pecando a la ligera, pero si es una promesa que Dios nos va a perdonar. Entonces, si Dios lo PROMETE, ¿porqué insistimos en no confesarle a ÉL los pecados? Dios nos limpia.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9

3. Y finalmente, ¿QUÉ necesitamos para confesarnos?
Fe. Así es, lo único que necesitamos es Fe. Fe en que Dios es Santo y Justo, fe en qué Jesús dio su vida y su sangre por nosotros, fe en Dios puede limpiarme en el momento en que me arrepiento, confieso y pido perdón por lo malo que he hecho. No necesitamos nada más, no necesitamos pagar ningún dinero, sea mucho o poco, no necesitamos repetir oraciones, no necesitamos encender velas, no necesitamos nada más que fe en nuestros corazones, porque en ese momento, Dios con su FIDELIDAD Y JUSTICIA nos perdona y nos limpia. Punto. No necesitamos nada más, sólo FE en Dios y en su amor.

Si confesamos nuestros pecados, ÉL ES FIEL Y JUSTO para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9

Entonces es hora de confesarse, pero confesar:
1.a Dios
2.para que nos perdone
3.Él sí nos va a perdonar.

Sin pena, sin miedo, con respeto confesemos a Dios nuestros pecados y sintamos esa paz hermosa cuando Él nos limpia de todo lo malo.

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martes, 9 de diciembre de 2014

Una Vida de Obediencia

Dios es perfecto. Su palabra es nuestra guía para saber que hacer, el Señor no sólo nos motiva a vivir una vida nueva en Cristo sino que también nos da consejos para tener una vida de obediencia a Él. 

Hay que tener muy claro que Dios no nos prohibe cosas para que seamos personas amargadas, no. El Señor nos aconseja que no hagamos ciertas cosas para cuidarnos y librarnos del mal, es decir, lo que Dios nos pide siempre va a ser para beneficiarnos.

En Efesios 5:6-20 vemos varios consejos que Dios nos da:

1. Cuidémonos de las personas que no siguen a Cristo.
Es cierto que nuestro propósito en la tierra es hablarles a otros de Cristo para que conozcan su amor, pero eso no significa que nosotros vamos a hacer lo mismo que esas personas que no siguen a Jesús. Debemos cuidarnos de no creer en palabras o historias falsas que NO están en la Biblia. Si alguien quiere arrastrarnos a cosas malas, alejémonos de esas personas para que no nos hagan daño y para que nuestro testimonio siga limpio.


Que nadie los engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre aquellos que no lo obedecen.  Por tanto, no se junten con esa clase de gente. Efesios 5:6-7

2. Semos luz.
Una vez que estamos con Cristo comenzamos a ver la luz de la verdad en las cosas. Nos convertimos en luz, y podemos mostrarle a otros nuestra luz. Tenemos el deber de corroborar si algo es agradable al Señor o no, si vemos que algo es de agrado a Dios entonces hagámoslo tranquilos pero si vemos que algo no es del gusto del Señor es mejor dejarlo y evitar hacerlo. El Señor ve lo que hacemos en público y en secreto. No avergoncemos a Dios. 

En otro tiempo, ustedes eran oscuridad; pero ahora son luz en el Señor. Por tanto, vivan como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu se manifiesta en toda bondad, justicia y verdad), y comprueben lo que es agradable al Señor. No tengan nada que ver con las obras infructuosas de las tinieblas; al contrario, denúncienlas. ¡Hasta vergüenza da hablar de lo que ellos hacen en secreto! Pero cuando todas las cosas son expuestas a la luz, quedan de manifiesto; porque la luz lo manifiesta todo. Por eso dice: «Despiértate, tú que duermes. Levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.» Efesios 5:8-14

3. Vivamos sabiamente.
El Señor nos dice que no seamos necios, es decir, no insistamos en hacer las cosas mal, seamos sabios, seamos inteligente y aprovechemos el tiempo para vivir en obediencia a Dios, la palabra dice que en lugar de llenarnos de alcohol y sustancias dañinas, debemos llenarnos del Espíritu, pero también debemos dejar el pecado, cualquier cosa que consuma nuestro corazón y nuestro tiempo y que no sea del agrado de Dios debemos dejarlo. Sólo el Espíritu Santo, Dios, debe llenar nuestro corazón. Y finalmente Dios nos dice que demos gracias POR TODO. Por lo bueno, por lo malo, por TODO porque quien tiene el control, quien conoce el futuro, quien conoce los corazones es Dios, entonces seamos agradecidos porque si estamos en obediencia el Señor nos va a cuidar siempre.

Por tanto, ¡cuidado con su manera de vivir! No vivan ya como necios, sino como sabios. Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos. No sean, pues, insensatos; procuren entender cuál es la voluntad del Señor. No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu. Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cánticos espirituales; canten y alaben al Señor con el corazón, y den siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Efesios 5:15-20

Obedecer a Dios es amarlo y respetarlo como Señor de nuestras vidas. Dios no sólo debe ser nuestro Salvador, sino también nuestro Señor. Confía en Él y todo te saldrá bien.

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lunes, 8 de diciembre de 2014

La Vida Nueva

¿Qué pasa en la vida de una persona cuando conoce a Cristo? ¿Sigue todo igual? ¿Se notan cambios en esa persona? En realidad sí, cuando una persona cree en Jesús comienza a vivir una vida nueva, una vida diferente a la de antes, una vida mejorada. 

Por eso nuestro estudio de hoy se llama la Vida Nueva y veremos que dice Dios en su palabra en Efesios 4:25-32 y Efesios 5:1-5 

Muchas veces creemos que con conocer a Dios nuestra vida va a cambiar y ahora todo va a ser perfecto porque Dios va a hacer que todo, absolutamente todo salga bien. Sin embargo, una vida con Cristo no nos quita las pruebas ni las tentaciones, una vida con Cristo nos da la fuerza y la sabiduría para atravesar esas pruebas y tentaciones. 

Pero ¿y qué pasa con nosotros? ¿debemos cambiar ahora que creemos en el Señor? Por supuesto que sí. 

1. Dejar de hacer: 
Si hay algo que hacíamos antes de conocer a Cristo y sabemos que era pecado y que estaba mal, la Biblia dice que ahora debemos dejar de hacerlo, por ejemplo: dejar de mentir, robar, decir malas palabras, malos comentarios, decir malos deseos hacia otras personas, debemos dejar de actuar mal cuando estamos enojados, podemos enojarnos pero eso no nos da derecho a lastimar a otros o a hacer cosas indebidas. 


Por eso cada uno de ustedes debe desechar la mentira y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.  Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga,  y no den lugar al diablo.  El que antes robaba, que no vuelva a robar; al contrario, que trabaje y use sus manos para el bien, a fin de que pueda compartir algo con quien tenga alguna necesidad. No pronuncien ustedes ninguna palabra obscena, sino sólo aquellas que contribuyan a la necesaria edificación y que sean de bendición para los oyentes. No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual ustedes fueron sellados para el día de la redención. Desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad. Efesios 4:25-31

2. Comenzar a hacer:
No basta con dejar de hacer cosas malas, nuestro corazón se alegra cuando comienza a hacer cosas buenas y a bendecir a otros. Dios dice que ahora debemos perdonar a todos los que nos hagan algún mal, sí, a todos. También dice que debemos imitar a Cristo ¿qué significa esto? que debemos amar más a los demás y motivarnos a hablarles de Cristo, del amor de Dios porque eso hizo Jesús, nos amó tanto que vino a Salvarnos. Si de verdad tenemos a Jesucristo en nuestro corazones debemos hacer una diferencia en nuestras vidas, un antes y después porque si seguimos haciendo lo mismo de antes significa que Cristo no ha entrado a nuestro corazón a cambiarnos. Él nos da la fuerza y el ejemplo para ser diferentes. 

En vez de eso, sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo.Por tanto, imiten a Dios, como hijos amados.Vivan en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda y sacrificio a Dios, de aroma fragante. Entre ustedes ni siquiera deben hablar de inmoralidad sexual, ni de avaricia, ni de ninguna otra clase de depravación, pues ustedes son santos. Tampoco digan obscenidades, ni tonterías ni palabras groseras. Eso no es conveniente. En vez de eso, den gracias a Dios. Ustedes bien saben que ninguno que sea libertino, inmundo, o avaro (es decir, ningún idólatra), tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios. Efesios 5:1-5

Entonces, ¿dejaremos que el mundo vea quién es el Señor de nuestras vidas? ¿dejaremos que las personas vean que Cristo nos transforma para bien? ¿mostraremos el amor de Dios a otros?

Es muy fácil, son dos pasos: dejar de hacer lo malo y comenzar a hacer lo bueno. En otras palabras, vivir una vida nueva para Cristo. Y como siempre decimos: debe ser algo de todos los días. Una lucha contra el mundo, cada día. Recordando que con Jesús somos YA victoriosos.

Comenzá esta semana dedicándosela al Señor.

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viernes, 5 de diciembre de 2014

La Vida Vieja

Cuando una persona conoce al Señor, acepta a Jesús en su corazón y es transformado por Cristo, esa persona tiene el deseo ferviente de agradar a su Salvador, a su Señor. Incluso cuando una persona ya lleva tiempo en los caminos de Dios tiene siempre ese deseo de cada día mejorar su relación con el Señor Jesús.

Pero ¿qué dice la Biblia de esto? ¿Debemos seguir haciendo las cosas que hacíamos antes sólo porque ya creemos en Jesús y tenemos seguridad de ir al cielo al morir? ¿no sería mejor dejarnos transformar con el poder de Dios y ser ejemplo a otros?

Nuestro estudio de hoy lo basamos en Efesios 4:17-24 y lo titulamos "La vida vieja".

En este pasaje de la Biblia, Pablo le dice a los hermanos en Cristo que ahora que nosotros tenemos a Jesús en nuestro corazones debemos dejar de andar como andan los que aún no conocen a Dios. No dice que le odiemos, lo que nos dice que no hagamos lo mismo que ellos. Debemos dejar de pensar en cosas vanas, no nos ofusquemos por cosas superficiales, pensemos en lo espiritual. 


Pero esto quiero decirles en el nombre del Señor, y en esto quiero insistir: no vivan ya como la gente sin Dios, que vive de acuerdo a su mente vacía. Efesios 4:17

Pablo nos dice que Cristo nos dejó un buen ejemplo, el mejor. Si nosotros de verdad creemos en Jesucristo debemos imitarle, debemos creer en sus enseñanzas y ponerlas en práctica. La Biblia está repleta de palabras y enseñanzas hermosas pero no basta con leerlas y estudiarlas, debemos aplicarlas a nuestras vidas. 

Pero eso no lo aprendieron ustedes de Cristo, si es que en verdad oyeron su mensaje y fueron enseñados por él, de acuerdo con la verdad que está en Jesús. Efesios 4:20-21

Y por último Pablo da una recomendación, o en realidad Pablo da una orden a los cristianos: Dejen al viejo "yo" y sean nuevos en el Señor. Esto quiere decir que de una vez por todas dejemos atrás nuestro pasado, nuestros pecados pasados, nuestras costumbres malas, todo aquellos que hacíamos y no nos edificaba ni nos acercaba a Dios, debemos dejarlo y comenzar a vivir como lo que somos: nuevos hijos de Dios, debemos procurar justicia y santidad, esto no quiere decir que tenemos que andarnos comparando con otras personas, o creernos con derecho a juzgarlas si lo que hacen está bien o mal..debemos fijarnos en nuestras vidas, en nuestros corazones. Debemos entregarnos a Dios, de cuerpo, alma y corazón. Somos nuevos en Cristo. Cada día tenemos una nueva oportunidad de agradar a Dios. Busquemos el camino del Señor.

En cuanto a su pasada manera de vivir, despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; renuévense en el espíritu de su mente, y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4:22-24

Así que tengamos ánimo, tengamos pasión por la nueva vida que tenemos en Jesús y compartamos con otros ese pasión, esa transformación que Dios nos ofrece.

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jueves, 4 de diciembre de 2014

¿Qué es la Biblia para los cristianos?

Podemos resumir este estudio en una frase: "la Biblia es la palabra de Dios".

Por lo tanto, la Biblia para los cristianos es la ÚNICA regla de fe. Es decir, si un pastor, líder u otra personaje que enseña en el cristianismo no basa sus palabras en la Biblia, esa persona no está acorde a la voluntad de Dios. La palabra de Dios es suficiente guía para nuestras vidas y por eso no debemos añadir o enseñar cosas fuera de ella, la Biblia es superior a las tradiciones y al intelecto y para los verdaderos cristianos es la Única fuente de autoridad, es palabra del Único Dios.

Existen muchas cosas que se pueden decir de la Biblia, pero hoy queremos referirnos a tres en específico:

1. La Biblia es la guía. Si escudriñamos la palabra, es decir, la estudiamos y leemos con atención podremos saber si lo que nos dicen es verdad o no. No debemos creer las palabras de las personas a ciegas, toda enseñanza debe estar basada en la Biblia y es nuestra responsabilidad estudiarla como lo hacían en la época de los apóstoles.

Esa misma noche, los hermanos enviaron a Pablo y Silas hasta Berea. Y cuando éstos llegaron allá, entraron en la sinagoga de los judíos. Éstos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con mucha atención, y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era cierto lo que se les anunciaba. Hechos 17:10-11

2. La Biblia es inspirada por Dios. El Señor mismo inspiró las escrituras, es decir, Él es el autor. Pero la Biblia no es solo para leerla, también se debe estudiar, practicar lo que se aprende, instruir con sus enseñanzas y para redargüir, esta palabra "redargüir" significa convertir un argumento en algo contrario y finalmente la Biblia también sirve para corregir y perfeccionarnos.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,  a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17

3. La Biblia fue escrita por los Santos hombres de Dios. Es decir, ellos fueron el instrumento que el Señor usó para escribir todos los libros de la Biblia, Dios es el autor y los inspiró para que ellos escribieran bajo su guía.

Además, contamos con la muy confiable palabra profética, a la cual ustedes hacen bien en atender, que es como una antorcha que alumbra en la oscuridad, hasta que aclare el día y el lucero de la mañana salga en el corazón de ustedes. Pero antes que nada deben entender esto: Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque la profecía nunca estuvo bajo el control de la voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron bajo el control del Espíritu Santo. 2 Pedro 1:19-21

Entonces, si tenemos suficiente capacidad para leer la Biblia, pedir guía de Dios para entenderla ¿por qué creer en algo que no esté escrita en ella? Es mejor creer en la palabra del único Dios verdadero, utilizarla como luz para el camino de nuestras vidas y para mejorarnos cada día más.

Tu palabra es una lámpara a mis pies;¡es la luz que ilumina mi camino! Salmo 119:105

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miércoles, 3 de diciembre de 2014

Una Promesa de Fe

Comencemos diciendo que una promesa de Fe es una propuesta a Dios. Así es, estamos prometiendo a Dios algo pero no podemos cumplir por nosotros mismos, debemos poner todo nuestro esfuerza para cumplir lo prometido pero también necesitamos la ayuda de Dios. 

¿Le has hecho una promesa a Dios? En la Biblia hay casos de personas que prometieron algo a Dios, por ejemplo nos encontramos con el caso de una mujer llamada Ana que no podía tener hijos, le pedió a Dios un hijo y le prometió que cuando lo tuviera se lo iba a dedicar al Señor.

Veamos este ejemplo más de cerca para ver como es una promesa de Fe a Dios.

1. La propuesta la hace el hombre a Dios

Ana no le prometió nada a su marido, ni al sacerdote ni a nadie más, ella se hizo la promesa a Dios.
Nosotros no debemos prometerle a los demás cosas espirituales, debemos prometérselas a Dios, Él es el que nos guía para cumplir esa promesa.

Y Ana se levantó, después de comer y beber en Silo. El sacerdote Elí estaba sentado en una silla, junto a un pilar del templo del Señor. Entonces ella oró y lloró al Señor con mucha amargura,  y le hizo un voto. Le dijo: «Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de esta sierva tuya, y te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo te lo dedicaré, Señor, para toda su vida. Yo te prometo que jamás la navaja rozará su cabeza. 1 Samuel 1:9-11

2. Dios le ayuda al hombre a cumplir su promesa

El Señor todo lo sabe, el no olvida nuestras promesas ni olvida nuestras peticiones, Él se acuerda de lo que le prometemos y nos ayuda a cumplirlo, nos guía, nos motiva y nos aviva para que nosotros tampoco olvidemos lo que prometemos.

Por la mañana, adoraron delante del Señor y regresaron todos a su casa en Ramá. Allí, Elcana tuvo relaciones con Ana, y el Señor se acordó de lo que ella le había pedido. 1 Samuel 1:19

3. El hombre debe cumplir lo prometido

Es muy bonito recibir la ayuda de Dios, pero a veces estamos tan felices que olvidamos hacer nuestra parte en cumplir la promesa, a veces simplemente creemos que ya no es necesario cumplirla. Ana pidió un hijo, Dios se lo dio, y en el momento adecuado ella lo entregó al servicio del Señor, porque Dios la escuchó y ella debía cumplir su parte, y esto nos debe llenar de gozo y alegría.

Después, lo llevó con ella a la casa del Señor en Silo, y además llevó tres becerros, veinte litros de harina y una vasija de vino. El niño aún era muy pequeño. En cuanto mataron el becerro, el niño fue llevado a Elí. Y ella le dijo: «Señor mío, ¡que tengas una larga vida! Yo soy aquella mujer que estuvo aquí, junto a ti, orando al Señor. Oraba por este niño, y el Señor me lo concedió. He venido porque prometí dedicarlo al Señor para toda la vida. ¡Para siempre será del Señor!» Y allí adoró al Señor. 1 Samuel 1:24-28

4. El cumplir una promesa adora a Dios

Para Ana Jehová Dios era lo más importante, su promesa a Dios incluía adorarlo entregando a su hijo al servicio del Señor. Nuestra promesa de adorar y glorificar a Dios, debemos ser una ofrenda para Él a través de nuestras promesas. 

He venido porque prometí dedicarlo al Señor para toda la vida. ¡Para siempre será del Señor!» Y allí adoró al Señor. 1 Samuel 1:28

Aún cuando parecía imposible que Ana tuviera hijos ella confió en Dios, puso su fe en Él e hizo un promesa para cuando el niño naciera. Nuestras promesas deben estar basadas en la fe a Dios, no en lo que vemos o lo que parece posible, deben estar basadas en Dios aún cuando parezca que es algo imposible, y al final debemos recordar que nuestras promesas son para glorificar a Dios.

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