¿Algunas vez en tu vida has sentido dudas?
A todos nos ha pasado que estamos a punto de hacer algo,
empezar un proyecto, cambiar de trabajo, escoger una profesión e incluso estamos a
punto de casarnos y comenzamos a dudar. Comenzamos a cuestionarnos si es la
decisión correcta, nos preguntamos que dicen los demás, que dicen las
estadísticas y a veces cancelamos nuestros planes porque las dudas siguen
creciendo.
Pero ¿qué pasa cuando Dios guía nuestras vidas?
Cuando tenemos una relación fuerte con el Señor, y no es simplemente ir los domingo al templo, sino cuando diariamente sacamos tiempo
pasar dedicárselo a Él, a su palabra, a la oración, no por rutina sino porque
nuestro corazón tiene sed de Dios; en este momento de nuestra relación el Señor
nos guía.
Si Dios pone en nuestro corazón el deseo de realizar algo,
si después de haber pedido dirección estamos seguros de nuestra decisión ¿por
qué comenzamos a dudar? ¿por qué no confiamos en el Señor? Dios no es un Dios
de estadísticas. Es un Dios de Poder.
En la biblia encontramos un ejemplo de personas que
comenzaron a dudar del poder del Señor.
Cuando el pueblo de Israel envió a 12 espías a conocer la
tierra que ellos estaban a punto de ir a conquistar, 10 espías volvieron con
malas noticias diciendo que no iban a poder con los pobladores de la tierra
porque eran muy grandes y fuertes y no confiaron en que Dios ya les había
prometido esa tierra.
Sin embargo 2 espías volvieron con buenas noticias, vieron
una tierra hermosa, llena de frutos y alimentos y sabían que Dios los iba a
ayudar a conquistarla. Todos los que dudaron no pudieron entrar en la tierra
prometida, pero los 2 que sí confiaron en el poder de Dios pudieron entrar.
No es un asunto de ver el vaso medio vacío o medio lleno, se
trata de ver que el que sostiene el vaso es Dios.
También vemos el caso de Pedro cuando caminó en el agua con
Jesús porque confió en Él, pero en el segundo que comenzó a dudar también comenzó
a hundirse en el agua.
¿Por qué dudamos? Jesús dice que es por la poca fe.
¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mateo 22:31
Con fe, con esa verdadera fe en el Señor y su poder podemos
hacer y lograr cualquier cosa, siempre bajo la voluntad de Dios.
Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe.» Entonces el Señor les dijo: «Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, podrían decirle a este sicómoro: “Desarráigate, y plántate en el mar”, y el sicómoro los obedecería. Lucas 17:5,6
Así que ¡basta ya! No dudes del Dios TODOPODEROSO. Confía
en sus palabras, en sus promesas, en su voluntad. El Señor no quiere dañarnos.
Él siempre quiere lo mejor para nosotros aún cuando nosotros no podamos verlo.
Pero para eso tenemos la fe. Para creer aún en lo que no ve.
¿Estás listo para ver la mano de Dios en tu vida? Una vez
que confiamos en Dios veremos cosas que no creíamos posibles.
Ten fe.
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